Un millonario juego final

Cuando los New York Giants y los New England Patriots discutan mañana domingo el Super Bowl, millones de fanáticos en todo el mundo seguirán la incidencias del evento deportivo que paraliza a Estados Unidos (EU). El magno espectáculo logra cifras superiores a los 100 millones de espectadores en el país y otros varios millones en más de 200 países fuera de sus fronteras, de acuerdo con datos de la liga de football (NFL). Hace dos años, el Super Bowl rompió el récord de audiencia en territorio continental con 106.5 millones de hogares siguiendo las incidencias del desafío que ganaron los New Orleans Saints por 31-17 a los Indianapolis Colts en Miami. Ese día quedó atrás la cifra de 100 millones de familias que observaron el episodio final de la serie M.A.S.H., transmitida el 28 de febrero de 1983 y que se mantuvo durante 27 años en la cúspide de los programas más visto en EU. Arraigado en la tradición popular, el encuentro entre Giants y Patriots creará nuevamente un enorme impacto en las ventas de comidas rápida y bebidas, televisiones y un sinfín de productos, además del beneficio directo en muchos negocios en la ciudad de Indianapolis, sede del encuentro. Como ocurre en cada Super Bowl, habrá un consumo de miles de toneladas de palomitas de maíz, papitas en bolsas, pizzas, tortillas, hamburguesas, perros calientes y otras comidas ligeras, en un gasto que el año anterior sobrepasó los 10 mil millones de dólares en alimentos, de acuerdo con el American Institute of Food Distribution. Aunque durante la jornada, una de cada siete personas compra la comida para llevar o pide que se la entreguen a domicilio, el 60% se inclina por las pizzas, el producto gastronómico más solicitado. Solo la cadena Domino´s Pizza estima que repartirá más de 1.2 millón de unidades, un 30% superior a cualquier otro domingo del año, en tanto que su rival Papa Johns asegura que sus ventas se elevarán a 750 mil unidades y en más de un millón las de alitas de pollo. En la pasada edición aumentó también el número de consumidores en bares, restaurantes y lugares públicos donde se transmitió el partido. Consecuencia de los excesos alimenticios, las farmacias estadounidenses reportaron al día siguiente del Super Bowl de 2011 un 20% más de ventas de antiácidos que el lunes previo. NADA DE RETIRO

Mientras el mundo espera el Super Bowl, la anhelada revancha para los Patriots ante Giants, el coach de Nueva Inglaterra, Bill Belichick, afirmó que está concentrado en el juego y que no piensa en retirarse después de 37 años como entrenador en la NFL. En su última conferencia de prensa antes que sus Patriots de Nueva Inglaterra enfrenten a los Giants de Nueva York, un reportero le preguntó a Belichick si ganar otro título de la NFL como entrenador en jefe o asistente lo motivaría a retirarse. Belichick no contestó directamente, pero dijo que todavía disfruta de entrenar a los jugadores, prepararse para los partidos y los partidos mismos, según una nota de la agencia AP .

“Es mejor que trabajar”, bromeó Belichick, quien cumple 60 años el 16 de abril. “Ahora mismo no estoy pensando en el retiro”.

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