'En las cárceles no hay procedimientos para nada'

María Luisa Romero, una de las viceministras más activas, habla hoy de los temas que se ha echado al hombro… y de su futuro en el Gobierno. ¿Pensó alguna vez estar en gobierno?

Como viceministra a los 33 no: trabajando por el país sí. Es la mejor manera de cambiar la forma en la que siempre se han hecho las cosas. Es un secreto a voces que usted será ministra de Gobierno. ¿Lista para eso?

Es facultad del presidente. Pero sí, soy viceministra… he estado encargada muchas veces. ¿Se sentiría cómoda?

Sí. ¿Tres cosas que cambiaría en el ministerio?

Como sueño, quisiera empezar de cero con el sistema penitenciario. Lo que hay es muy grave y si yo lo agarrara de cero pudiera llegar donde queremos estar. Si el sistema estaba en 9 de 10 siendo 10 lo peor, ¿en cuánto está ahora?

6. Lo podemos dejar en 4. La clave es entender que es un tema de Estado y no se va a arreglar en un gobierno. El cortocircuito entre Milton y Varela empezó por el tema Mi Bus. Si la nombran tendría que asumir la presidencia de la ATTT. ¿Sería eso lo más difícil?

No hay cortocircuito… sería un reto, sí, porque el transporte, como las cárceles, tiene crisis histórica. Pero, a diferencia, le importa a todos. Hay más presión. ¿Qué pasa con Milton, que se le oye tan poco?

Ha estado súper activo. La ley de feminicidio, por ejemplo. Su hermano está casado con la hija de Noriega. Él pide arresto domiciliario. ¿Cómo manejaría eso?

Igual que en todos los casos. Su caso está en manos del Órgano Judicial. ¿Y si llegara a usted el cambio de medida?

Me declararía impedida. Y aun cuando hay muchos de sus enemigos pidiendo verlo libre, creo que se necesitará de la aclamación popular para su liberación. No sé si Panamá esté lista para eso. ¿Desde cuándo los cambios de medida se deciden según opinión popular?

Por el sistema penal acusatorio los depósitos domiciliarios los deciden los jueces de cumplimiento y las rebajas de pena son facultad del presidente, no un derecho del privado de libertad. Su papá, Iván Romero, fue fundador del Partido Popular. ¿Ese partido sigue siendo ejemplar?

No estoy inscrita. Cuando mi papá estaba enfermo, antes de morir, pasó lo del pacto META. A él le dolió mucho. Creo que me quedé con eso... Pero desde el Ministerio de Gobierno el PP sigue luchando por la justicia social. Hay como demasiados nombrados ahí, ¿no?

No sé cuántos, pero desde aquí siguen luchando... Los tres ministros con los que mejor se lleva.

Mi jefe, la vicepresidenta y Augusto Arosemena. Con los que tiene menos confianza.

Este es el tipo de pregunta que dije que jamás te iba a contestar. De hecho, le recé a todos los santos que jamás me pidieras un Knockout. Uno solo queda bien en comparación con el anterior, porque todos los domingos uno dice “wao, este es el peor”. Llegar a la cárcel siendo mujer y joven: ¿Cuánto pesó el estereotipo?

Mucho. La primera vez fui con puros hombres. Los policías le dijeron a mi profesor que yo no podía entrar. Me tocó hablar con los privados a través de los barrotes. Nadie entiende por qué me interesa este tema. ¿Por qué?

Es una de las grandes injusticias de nuestro país. ¿Luego, cómo ha ido?

Como tenemos que hacer más de lo que deberíamos, nos toca demostrar que somos igual o más capaces que cualquier hombre. Hace poco un custodio me cuestionó una orden diciéndome que él sabía más que yo y que así siempre se había hecho. Le dije que por personas como él el sistema estaba así. No todos los custodios son así. Hay algunos agradecidos. El piropo más creativo que ha recibido.

Se escuchan gritos, pero piropos no me llevo a mi casa. En estos días me gritaron “no se olvide de nosotros, tiene 18 meses sin venir”. ¿Lo que más le llegó?

Alguien me explicó cómo llegó por haber robado comida por hambre y la cárcel lo volvió un homicida. Las cárceles tienen todo el fracaso de la sociedad: familia, escuela, asistencias sociales. Una realidad que no había visto.

Me equivoqué pensando que era solo un tema de voluntad. La corrupción es mucho peor de lo que pensé. Peleamos con un monstruo muy grande que prácticamente tiene el control del sistema. Cuando murió el primer privado de libertad no había protocolo ni para avisar a la familia. No hay procedimientos para nada. ¿Por ejemplo?

Para visitas, qué artículos se prohíben, qué se puede hacer en una requisa, qué se considera para la libertad condicional, salir a trabajar. Por eso es tan fácil que el crimen organizado controle... Tres nuevos presos al día. ¿Se puede resocializar?

Muy difícil. Somos el tercer país que más encarcela en Latinoamérica. En teoría somos un país seguro... pero encarcelamos mucho. ¿Eso cuadra?

Encarcelamos en exceso. Lo más excéntrico que han visto en una cárcel.

Un dron que tiró 10 celulares en La Nueva Joya. ¿Luces en el sistema?

Muchas que vamos a replicar. Integrarte, la primera marca de productos hechos en las cárceles, la UP graduando a privadas de libertad, Mi Voz para tus ojos, donde mujeres graban audiolibros para niños ciegos... ¿No se repatria a más extranjeros presos porque la justicia panameña es muy lenta o porque sus países se niegan a aceptarlos?

Congestionamiento, ja, ja. Aunque algunos países se niegan a aceptarlos porque tienen mucho hacinamiento. Nosotros también. ¿Colombia?

Flor… ¿Qué críticas ciudadanas son justificadas?

Transporte, transparencia, justicia, inseguridad… pero la crisis es tan grande que cualquier cambio se va a sentir muy poco. Tienen razón y hay que hacer más, pero hacemos bastante. ¿Y la lentitud es una crítica injusta?

Creo que hacer las cosas transparentemente se percibe como lentitud. La han acusado de no pagar impuestos…

Sí, han dicho que soy ciudadana americana... No lo soy y puedo demostrar cada centavo que he pagado viviendo y trabajando allá. ¿Qué ha aprendido de los políticos?

Cada vez es peor con lo que me haces meterme. ¿Es tan sucio como se lo esperaba?

Yo sé que yo no estaría aquí si los partidos no fueran la base de la democracia, pero la política no es para todo el mundo. Yo vi a mi papá sufrir mucho y le dije que iba a trabajar por el país, pero de otra manera. Si fuera presidenta, ¿qué haría distinto a Varela?

No sería presidenta.

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