La Agencia Nacional del Petróleo (ANP) brasileña anunció la tarde de ayer la suspensión temporal del permiso de perforación de nuevos pozos de petróleo a la petrolera norteamericana Chevron por el vertido de petróleo que la compañía provocó en aguas brasileñas hace dos semanas.

En un comunicado, la ANP informó que la suspensión se mantendrá en todo el territorio brasileño “hasta que se identifiquen las causas y los responsables por el derrame de petróleo y sean restablecidas las condiciones de seguridad en el área del Campo de Frade, en el Atlántico, donde ocurrió el accidente”.

El ente regulador, que se reunió de forma extraordinaria para tomar la decisión, acusó a Chevron de cometer malas prácticas y de negligencia a la hora de perforar y ejecutar un plan de seguridad.

La petrolera estadounidense estaba explotando 12 pozos en el Campo de Frade, entre ellos el que se produjo el vertido, el pasado 8 de noviembre. Además, rechazó el pedido de la compañía para perforar un nuevo pozo en la misma área.

El presidente de Chevron en Brasil, Geoge Buck, pidió disculpas al pueblo brasileño, en una comparecencia ante la Cámara de Diputados.

Buck afirmó que la prioridad máxima de la empresa siempre fue evitar heridos y daños a las personas, después la protección al ambiente, como el control de la mancha de petróleo que hay en el mar.

El presidente de la compañía dijo que el derrame fue controlado en cuatro días e indicó que el flujo actual es “residual”.

Buck admitió que cualquier derrame es “inaceptable”, pero aseguró que el petróleo que todavía sale del lecho marino está en las rocas y está siguiendo su flujo. El vertido de Chevron comenzó el 8 de noviembre en un pozo del Campo de Frade, supuestamente por un error de cálculo en la perforación de una roca.