No solo se desperdicia agua en Panamá. El país desaprovecha su enorme potencial de desarrollar una producción sostenible y a gran escala de frutas tropicales.
En temporada seca aumenta la demanda de sandía, melón, piña, mango, coco, papaya, marañón, mandarina y naranja.
Los puestos de venta de estas frutas abundan a lo largo de la vía Interamericana y sirven para suplir a los viajeros en su ruta a los carnavales. Sin embargo, son pocas las hectáreas dedicadas al cultivo de frutales en el país.
El área cultivada de frutales en Panamá alcanza las 40 mil 389 hectáreas según el estudio Diagnóstico del subsector de frutas de Panamá, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés).
Sin embargo, el organismo estima que en el país existen 2 millones de hectáreas disponibles para el cultivo agrícola.
En Panamá hay muy buenas tierras, las características del suelo y del clima permiten desarrollar el cultivo de cítricos y otros frutales, pero no hay el interés de nuevos productores, aseguran fuentes ligadas al sector.
La producción de frutas tiene un gran poder para contribuir a la seguridad alimentaria, constituye una alternativa de empleo y ayuda a la reducción de la pobreza rural, señaló la FAO.
“Cuando un país invierte en el fortalecimiento del sector frutícola, contribuye al desarrollo de sistemas alimentarios más sostenibles, que inciden en el mejoramiento de la vida de la población, principalmente en las zonas rurales”, destaca la FAO.
Una de las grandes limitantes para el crecimiento sostenible y a gran escala del sector frutícola en Panamá es que los productores no están agrupados, señaló Melvin Jaén, investigador y gerente del proyecto de frutales del Instituto de Investigación Agropecuaria de Panamá (Idiap).
A través de la “asociatividad” se pueden fortalecer las organizaciones de pequeños y medianos productores para lograr mejor acceso a los mercados, anticipa Jaén.
Los suelos panameños son aptos para la siembra de mango, aguacate, papaya, coco, guayaba, cítricos, entre otros. El mango es una de las frutas de mayor producción y preferida por los consumidores, pero también es la que se pierde en mayores cantidades, asegura el investigador del Idiap.
En el banco de germoplasma del Idiap, ubicado en la Finca Experimental Río Hato Sur, en la provincia de Coclé, se trabaja con más de 30 variedades de semilla de mango. Dentro de la colección de mangos criollos buscamos frutas con características que puedan competir en el mercado nacional y que en un futuro se puedan exportar.
El cultivo de cítricos está despertando el interés en el país, en especial el de naranja valencia. En los últimos 10 años, las tierras panameñas dedicadas a la producción de naranja reflejan un crecimiento mínimo.
Este cultivo ha encontrado su nicho de desarrollo en las tierras bajas de las vertientes del Pacífico de las provincias de Coclé, Veraguas y Chiriquí. Los mayores productores del país son las empresas Cítricos de Coclé, Mieles y Naranjas, ubicadas en San Francisco, Veraguas; y Cítricos, S.A, en Chiriquí.
El aguacate es otra fruta con alto potencial para la producción en las provincias de Coclé y Chiriquí. Según el estudio de la FAO, su demanda está creciendo producto de las importaciones.
Papaya, piña, coco y limón persa son otros de los frutos que integran el abanico de alternativas para desarrollar una fruticultura sostenible y a gran escala, solo falta el interés de nuevos actores.
“El enorme potencial que tiene el país para el desarrollo de la fruticultura se debe enfocar en la agroindustria”, manifestó Gerardo Escudero, representante en Panamá del Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA). “Panamá, por estar entrando de último al sistema frutícola, debe plantearse una estrategia agroindustrial de las frutas”. “Debemos potenciar el uso de sellos como Mercado Justo o ‘Fair Trade’ y la producción orgánica. Más que aumentar la producción, deberíamos enfocarnos en darle un valor agregado a la fruta que marque la diferencia tanto en el mercado local como internacional”, recomienda el representante del IICA.