La tasa de paro se redujo una décima en febrero en el conjunto de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y quedó en el 8% de la población activa, mientras que aumentó en algunos países de la zona euro, como España y Francia, donde con ascensos de una décima se alcanzaron nuevos picos, según las cifras presentadas ayer.
El desempleo en España llegó en febrero al 26.3%, el nivel más elevado de los 34 países de la OCDE junto al de Grecia, que en el último dato disponible, el de diciembre pasado, estaba en el 26.4%.
Los 5.9 millones de parados españoles representaban el 12% del total de la organización, cuando en el primer trimestre de 2012 suponían el 11.9%.
Se trataba de la cifra absoluta más importante después de la de Estados Unidos (12 millones de desempleados), por delante de la de Francia (3 millones), Italia (2.9 millones), Japón (2.8 millones), México (2.4 millones) y Alemania (2.3 millones).
La OCDE constató que hay una brecha significativa en la evolución del paro entre sus miembros desde el comienzo de la crisis, con niveles en febrero por debajo del que se daba en julio de 2008 en Alemania (dos puntos porcentuales) o equivalentes en Japón.
La situación contrastaba con la de España o la de Francia (10.8 % en febrero), donde se alcanzaron nuevos máximos.
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