Los ministros de Energía de la Unión Europea (UE) tratarán hoy varias propuestas para mejorar la eficiencia energética que afectan tanto a la administración pública como a las empresas energéticas, con el objetivo de lograr el recorte voluntario del 20% del consumo fijado para 2020.
El Consejo de Energía, reunido en Bruselas, estudiará las medidas impulsadas por la Comisión Europea (CE) dentro de la nueva directiva de eficiencia energética, que prevé obligar a las compañías energéticas a reducir en un 1.5% anual el volumen de sus ventas de gas y electricidad con respecto al año anterior como medida de ahorro. La CE quiere conseguir que las plantas eléctricas e industriales recuperen el calor residual que se produce al generar energía (proceso conocido como cogeneración) para que pueda ser aprovechado, por ejemplo para alimentar calefacciones urbanas.
Varios países, como España, rechazan este punto porque consideran que perjudica a las instalaciones de renovables que generan energía de manera intermitente –como la eólica o la solar– dado que la cogeneración exige que la producción de calor sea constante, para evitar cortes en la calefacción de las viviendas.
También se introducirían ciertas obligaciones para el sector público, como la de efectuar renovaciones en un 3% de sus edificios de más de 250 metros cuadrados cada año para lograr que consuman menos energía.
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