Grecia continuó ayer miércoles semiparalizada, por segundo día consecutivo, a causa de la huelga de 48 horas declarada por el sindicato de empleados públicos (Adedy) contra la puesta en disponibilidad de miles de trabajadores, según lo acordado por el gobierno y la troika (FMI-BCE-CE).
A la huelga se suman docentes de enseñanza inicial y empleados de oficinas de impuestos, mientras está en curso la huelga de 48 horas de docentes de escuelas medias y superiores, empleados de previsión social y administrativos de las universidades. También hay problemas en el frente de la salud, donde los hospitales públicos y los centros sanitarios funcionaron solo con el personal de emergencia.
La jornada de protesta concluyó con una manifestación de Adedy y Gsee (sindicato de trabajadores del sector privado) para condenar el homicidio del joven rapero antifascista Pavlos Fyssas, consumado hace una semana por un militante del partido filonazi Chrysi Avg (Amanecer Dorado).
La manifestación, a la que adhirieron todos los partidos y sindicatos, se realizó en la centralísima plaza Syntagma, frente al Parlamento. La policía lanzó gases lacrimógenos hacia un sector de los manifestantes cuando estos amenazaban con incendiar la sede del partido pro nazi.
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