La Fundación Nuestra Señora del Camino en San Félix, provincia de Chiriquí, ejecuta proyectos de granjas de agricultura sostenible en la comarca Ngäbe Buglé, no solo para bajar los índices de pobreza extrema sino para fortalecer los valores de la persona indígena, teniendo en cuenta la palabra de Dios como forjadora de fe y esperanza.
El trabajo que desarrolla la fundación, regentada por el sacerdote jesuita Adonaí Cortés Elisha, es un grano de arena que busca hacer la diferencia en la comarca más grande del país, donde viven 154 mil 355 personas, según el último censo, dispersas en una región de 6 mil 968 kilómetros, donde más abundan las tierras inactivas.
Debido a la dispersión de la población, bajos índices educativos, en vivienda y salud, la comarca Ngäbe Buglé es una zona en donde se encuentran grandes abismos sociales y económicos, lo que trae consigo condiciones de pobreza extrema, desnutrición infantil y se vislumbra la peor distribución de la riqueza en todo el territorio.
Orientación
Ollington José Cerdas lleva dos años y medio de orientar a las familias en el desarrollo de granjas autosostenibles en la comarca.
Cerdas dice que la diferencia del programa llevado a cabo por la fundación es la formación humana de cada individuo: autoestima, resolución de problemas, trabajo en equipo y valores cristianos. Además, se incluye capacitación en temas técnicos, producción de semillas, manejo de plagas, dotación de agua, abonos orgánicos y este año se pretende mejorar el sistema de comercialización de los productos que se cosechan en estas granjas.
Aumento
Cerdas dijo que en un principio se contaba con un grupo de 21 familias, luego de dos años de trabajo la fundación apoya a 58 núcleos familiares.
Granjas de producción de pollos, gallinas ponedoras, vegetales, granos básicos, café y tomate, entre otros, han mejorado el nivel de todas esas familias que se han anexado al programa. No obstante, el gran limitante para llegar a la mayor cantidad de familias es contar con recursos económicos necesarios para instalar más granjas en otros puntos distantes de la comarca Ngäbe Buglé.
Cambios
El especialista dijo que a dos años del programa se notan algunos cambios en las familias a las que han podido llegar, porque estar más de cerca de ellas en la parte espiritual y material ha fortalecido su fe y su convicción de que con sus manos pueden hacer la diferencia en la dotación de alimentos y en la consecución de recursos económicos para suplir las necesidades de sus miembros.
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