El representante de corregimiento de Púcuro, en la provincia de Darién, Daniel Tovar, declaró que el Ministerio de Gobierno y la Oficina Nacional para la Atención del Refugiado (Onpar) deben preocuparse por mejorar la condición humana de los inmigrantes extracontinentales que siguen ingresando por la frontera de Darién.
Explicó que la solución de sus sufrimientos la atiende, a medias, el Ministerio de Salud (Minsa), el cual carece de personal y medicamentos, mientras que el Servicio Nacional de Fronteras (Senafront) y el Servicio Nacional de Migración (SNM), no poseen instalaciones adecuadas para alojarlos.
Relató que cuando ingresan estos inmigrantes, africanos y asiáticos, piden albergue a los indígenas, a los que pagan $5.00 por pernoctar en sus ranchos.
En una reunión en la que participó el Minsa, Senafront y el SNM, entre otros, para analizar el problema de los extracontinentales, la Defensoría del Pueblo en Darién mostró su preocupación por el informe rendido por el asistente de salud del corregimiento de Paya, Preto Ayala, quien confirmó que los inmigrantes pagan $5.00 por persona, para dormir bajo techo, con el resto de la familia indígena. Lo cual calificó de “riesgoso”, dado que pueden derivarse problemas de salubridad.
Agregó que muchas veces en las comunidades de Paya, Púcuro, Yape y Boca de Cupe posan hasta por 15 días entre 80 y 90 inmigrantes, lo que si bien les deja dinero por el hospedaje, sus consecuencias podrían ser desastrosas para la población y el Estado, ya que se desconoce su condición de salud.
Firman acuerdo
Ante realidades como esta, el representante regional del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Fernando Protti-Alvarado y el ministro de Gobierno Milton Henríquez, firmaron en la ciudad capital un acuerdo de cooperación con el fin de mejorar las condiciones de las personas solicitantes de refugio y las ya refugiadas, y brindarles más acceso a los beneficios que establece el estatuto que las regula, como el incremento del nivel de documentación individual.