El comentario de Gustavo Pérez, exmiembro de las Fuerzas de Defensa de Panamá y actual director de la Policía Nacional, en el sentido de que Noriega tendría que dar su permiso para que el video que registra su llegada a El Renacer sea divulgado al país, es ofensivo.

¿A quién sirve este señor? ¿Cómo se atreve a reverenciar a un asesino cuyas víctimas aún no han recibido justicia? ¿A qué vienen tantas consideraciones? En las hemerotecas abundan las imágenes de personas procesadas, incluido el propio Noriega cuando abandonaba el país aquel 3 de enero de 1990.

Hablamos de imágenes que, en su mayoría, han sido suministradas a los medios por fuentes oficiales. Tal vez el señor Pérez no lo sabe, pero en Panamá hay una ley, la Ley 6 del 22 de enero de 2001, que dicta normas para la transparencia en la gestión pública, y que se refiere específicamente al derecho a la información.

Que no sea él, un funcionario pagado por los contribuyentes y juramentado para servir a la patria, quien ose decirnos que ese derecho está subordinado al pudor de un criminal.