El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, dijo ayer que no se puede poner una fecha límite al diálogo, como pretende la oposición política, que anunció que si no se cumplen sus principales demandas a fines de la próxima semana se retirarán de las conversaciones.
El Gobierno socialista y la oposición iniciaron el fin de semana un diálogo, auspiciado por el Vaticano, con miras a superar la aguda crisis que atraviesa el país y, en la semana, ambos dieron muestras de acercamiento como la liberación de activistas y la postergación de un juicio político contra el mandatario en el Parlamento.
Sin embargo, la coalición opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) advirtió de que se parará de la mesa si el Gobierno no cumple con sus exigencias como liberar a más de un centenar de “ presos políticos”, activar un referéndum revocatorio, cambiar el árbitro electoral y la corte suprema.
“ No se puede pretender dar un ultimátum a las conversaciones, a los diálogos, a la paz”, dijo Maduro en una actividad de Gobierno transmitida por el canal estatal de televisión VTV.
El mandatario recordó que el próximo 11 de noviembre es la reunión para conocer los resultados de unas comisiones de trabajo que surgieron de las conversaciones formales con la oposición.
“ Nadie puede decir que si en 10 días el Gobierno no responde lo que ellos quieren van a la guerra”, agregó Maduro, tras pedir paciencia.
La oposición suspendió una marcha planificada para ayer hasta el Palacio de Gobierno, pero estudiantes que se oponen a las conversaciones dirigidas por el Vaticano, protestaron en las calles.
El dirigente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y alcalde de un municipio capitalino, Jorge Rodríguez, dijo que la oposición no puede “ despertar falsas expectativas” a los venezolanos con relación al diálogo.
Por su parte, Carlos Ocariz, un alcalde opositor, quien habló en conferencia de prensa en nombre de la oposición, reiteró que la primera demanda de la coalición opositora es la realización de un referéndum para recortar el mandato de Maduro o el adelanto de las elecciones presidenciales en 2017.
“ Queremos una solución electoral a la profunda crisis que sufre el país producto de las nefastas políticas”, dijo Ocariz.
El país petrolero enfrenta una inflación de tres dígitos, escasez de alimentos y medicinas, y una recesión.
UNIVERSITARIOS MARCHAN
Los jóvenes gritaban: “ ¿¡Quiénes somos!? ¡Estudiantes! ¿¡Qué queremos!? ¡Respeto a la Constitución!” Eran los cientos de estudiantes universitarios que marcharon ayer en Caracas para exigir al presidente Nicolás Maduro que respete la Constitución y permita una salida electoral a la crisis política del país.
La protesta recorrió calles del este y centro de la capital de Venezuela y los manifestantes tenían tres peticiones: la liberación de cientos de activistas de oposición que son considerados “ presos políticos”—entre ellos algunos estudiantes—, el reabastecimiento de alimentos y medicinas y la posibilidad de convocar a elecciones generales. Agentes policiales, equipados con escudos y equipos antimotines, fueron apostados en los alrededores de la Universidad Central y en calles aledañas a la sede de la Nunciatura Apostólica, destino final de la caminata.
“ Salimos a demandar respeto de nuestros derechos y que Maduro permita los cambios que son necesarios. ¡Queremos elecciones generales a nivel nacional!”, dijo a la prensa Hasler Iglesias, presidente de la Federación de Centros Universitarios de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
“ El gobierno de Maduro, al haberse constituido como una dictadura, no ha dejado más alternativa que la toma de las calles para exigir soluciones a la crisis de manera pacífica independientemente de los procesos de conversación que se puedan estar dando”, agregó Iglesias en alusión a la decisión de los estudiantes de ir en contra de los deseos de la alianza de partidos de oposición y la Asamblea Nacional.
El Vaticano es “ mediador de un proceso del que los estudiantes desconfiamos profundamente. Queremos que el Nuncio nos escuche porque no creemos que el gobierno de Maduro —luego de años de arbitrariedades y de conculcar derechos— vaya a concretar los cambios que necesitamos de la noche a la mañana”, insistió el líder estudiantil.
Aldo Giordano, nuncio apostólico en Venezuela, reconoció que en un proceso de diálogo “ el fracaso es una posibilidad, pero el diálogo es el camino”.
“ Espero que no haya fracaso porque un fracaso en este camino sería triste”, agregó el nuncio, quien se mostró complacido de escuchar de la voz de los estudiantes sus “ deseos de una patria en paz, sin violencia”, también plasmadas en un documento entregado a Giordano.
El Gobierno y sus adversarios acordaron la instalación de varias mesas de trabajo para evaluar propuestas, previo a un nuevo encuentro el próximo 11 de noviembre.
“ La gente no cree. Cada cierto tiempo, cuando aumenta la tensión, el Gobierno y la oposición se sientan a negociar y no pasa nada”, dijo el miércoles a AFP Daniel Varnagy, académico de la Universidad Simón Bolívar.
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