La facilitadora de la Biblioteca Nacional habla de da Vinci y de su obra, mientras un puñado de niños divide su atención entre la clase y los papeles que harán las veces de lienzo. Se terminan las instrucciones y los chicos tomas los lápices, crayones y tizas de colores para pintar monstruos al estilo del genio italiano.
Uno de ellos se esmera con los colmillos de su creación. Le pinta sombras, lo lustra, lo perfecciona y, evidentemente orgulloso, lo firma. El resto de la clase también retoca su monstruo y lo coloca en un mural. Así, el condensado taller de arte llega a su fin.
Los niños salen del salón y toman triciclos y demás chécheres para jugar, mientras esperan la siguiente actividad en agenda: un curso de baile.
Un día antes habían recibido la visita de malabaristas y de cuentacuentos y para más adelante tenían programados talleres de figuras con masilla, origami, de creatividad, construcción con legos, dibujo y hasta para hacer velas.
Son las actividades que la Fundación Amigos del Niño con Leucemia y Cáncer (Fanlyc) programa para los niños y jóvenes que se quedan en la posada Yo tengo un Amigo, mientras reciben sus tratamientos por algún tipo de cáncer.
Elis Ceballos, psicóloga de Fanlyc, comenta que a lo largo del año y sobre todo en verano procuran tener algún tipo de actividad para el entretenimiento de los pequeños y destaca que todos son cursos o talleres que ofrecen entidades o personas particulares como donación.
Esta distracción, explica, tiene como fin que las vidas de estos chicos sea lo más normal posible, dentro de la enfermedad por la que están siendo atendidos. “Recibir un diagnóstico de cáncer te impacta, te puede detener la vida; acá trabajamos para que eso no sea tan fuerte”.
Así, hay casos de niños que pasan unos días en la posada, semanas o meses. Todo depende del tipo de cáncer y de la etapa del tratamiento.
La jornada en la morada empieza cada día desde temprano. Antes de las 7:00 a.m. ya hay chicos en el patio de la posada y en la noche todavía hay muchos con energía, cuenta Yohana González, ama de llaves del lugar.
Gabriela Quesada lleva unos días trabajando en la posada. Dice que llegó como asistente de un curso de hacer pulseras que dieron en el sitio y quedó “enamorada” de la labor. Lo que más le sorprende, destaca, es que el local está rodeado del ruido típico de las avenidas transitadas, pero una vez entras, reina la paz.
MÁS DATOS
50 mil
Dólares es el costo aproximado del tratamiento de un niño con leucemia.
80%
De posibilidades de curación con quimioterapia tiene la leucemia linfoblástica aguda, que es el cáncer más frecuente en niños. Por eso es que Fanlyc y las entidades de salud hacen énfasis en la detección temprana de esta enfermedad.
Apoyo
Hay 11 formas de ser voluntario en Fanlyc. Para inscribirse o para consultas sobre los tipos de apoyo se puede contactar al 225-5986.
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